Preservación de fertilidad
Pareja heterosexual
Pareja de mujeres
Maternidad en solitario
Preservación de fertilidad
Enfermedades hereditarias
Casos clínicos
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¿Qué es la preservación de la fertilidad y para qué casos está indicada?
Si sueñas con ser madre pero sientes que el tiempo no juega a tu favor, ahora tienes la posibilidad de tomar el control de tu fertilidad. Gracias a la preservación de óvulos, puedes guardar tus propios gametos para asegurarte de que, cuando llegue el momento adecuado, tu oportunidad de ser madre siga intacta.
Este procedimiento te permite conservar tus óvulos en óptimas condiciones para utilizarlos en el futuro, ofreciéndote tranquilidad y libertad para decidir cuándo es el mejor momento para ti.
¿Por qué motivos debería conservar mis óvulos?
Porque tal vez consideras que este no sea el momento adecuado para la maternidad, o tienes una baja reserva ovárica. También puede ser por razones médicas como endometriosis, tratamiento oncológico o cirugía ovárica.
Sea cual sea tu situación, existen opciones para preservar tu fertilidad y tomar la decisión en el futuro con tranquilidad.
¿Cómo puedo conocer mi reserva ovárica?
Para conocer la reserva ovárica de una mujer en un momento determinado, basta con realizar un análisis de sangre simple que permitirá determinar la cantidad de óvulos disponibles.
Este examen, junto con otras pruebas complementarias como la ecografía ovárica, ayuda a evaluar la fertilidad y a tomar decisiones informadas sobre el futuro reproductivo.
¿En qué consiste la preservación de la fertilidad?
La técnica de preservación de la fertilidad se basa en la extracción y crioconservación de los óvulos, permitiendo su uso en el futuro. Para obtener los óvulos, la paciente debe pasar por un proceso de estimulación ovárica mediante medicación, supervisado con ecografías periódicas para evaluar su evolución.
Finalizada la estimulación, los óvulos se extraen a través de una punción ovárica realizada de manera ambulatoria bajo sedación. En el laboratorio, se contabilizan, preparan y clasifican para su crioconservación, asegurando su óptima conservación.
Gracias al proceso de vitrificación, los óvulos pueden mantenerse en perfectas condiciones el tiempo que sea necesario. Esto significa que la paciente no debe preocuparse por el paso de los años, ya que sus posibilidades de embarazo serán equivalentes a las del momento en que se preservaron, conservando su calidad intacta.